11. TERAPIA GESTALT
La Gestalt (palabra alemana que quiere decir conjunto, configuración, totalidad o "forma") es una escuela de psicología que interpreta los fenómenos como unidades organizadas, estructuradas, más que como agregados de distintos datos sensoriales. La Gestalt, que ha hecho un substancial aporte al estudio del aprendizaje, la memoria, el pensamiento y la personalidad y motivación humanas, surgió en Alemania pero se trasladó a Estados Unidos en los años treintas, cuando allá se refugiaron los psicólogos alemanes Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, y Kurt Koffka, que encontraron eco receptivo en su visión de quitarle énfasis al análisis, como detrimento de los valores humanos. La influencia de filósofos como Kant, Match y Hüsserl sobre el pensamiento de los psicólogos de la Gestalt fue considerable.
La terapia
Gestalt, fue desarrollada después de la Segunda Guerra Mundial por Fritz Perls
y su esposa Laura. Fritz consideró que la raíz de los trastornos psicológicos
podía estar en la incapacidad de las personas de integrar exitosa y
acertadamente las partes de su personalidad en un todo saludable.
Perls era
psicoanalista, pero ciertas discrepancias con los métodos y teorías freudianos
lo llevaron a crear su propia línea terapéutica. Las fuentes de su método
pueden encontrarse en Karen Horney y Wilhelm Reich, el existencialismo (Martin
Buber y Paul Tillich) y la fenomenología (Edmund Hüsserl), de donde tomó las
ideas de "libertad" y "responsabilidad", la de la
inmediatez de la experiencia y la del papel del individuo en la búsqueda del
significado de su vida.
Aplicó los
principios de la psicología gestáltica al postular que las personas
emocionalmente saludables organizan su campo de experiencia en necesidades bien
definidas que les sirven de referencia a la hora de organizar su conducta. Las
personalidades neuróticas interfieren con la conformación de la gestalt
apropiada y no llega a adecuarlas con sus necesidades.
Perls,
consideró que la raíz de los trastornos psicológicos podía estar en la
incapacidad de las personas de integrar exitosa y acertadamente las partes de
su personalidad en un todo saludable. En la terapia el terapeuta anima al
cliente a vivenciar sus emociones y reconocerlas por lo que son en realidad a
través de la percepción ingenua y la experiencia inmediata.
Fritz tuvo una
experiencia de kibutz en Israel que lo llevó a renovarse a sí mismo y así llegó
a Esalen a California, donde creó la escuela y el estilo actual de la terapia
Gestalt que pretende resolver los conflictos y ambigüedades que provienen de la
dificultad para integrar las configuraciones de la personalidad. Su papel es
lograr que el sujeto de terapia se haga consciente de sus sensaciones
significativas hacia sí mismo y hacia su entorno, de suerte que pueda responder
plena y razonablemente a cualquier situación. La clave es enfocarse en el
"aquí y ahora", no en las experiencias del pasado, y una vez situados
en el "aquí y ahora" puede enfrentar conflictos pasados o asuntos
inconclusos –las llamadas gestaltes inconclusas, o cosas sin llevar realmente a
término, desde funciones muy elementales a cierre de ciclos-. Tiene una
particularidad esta terapia, y es que funciona mejor, pero mucho mejor en
grupos.
Las bases de
la Gestalt son el aquí y el ahora, lo obvio y la toma de consciencia
("darse cuenta") de lo que hacemos realmente en nuestras vidas, cómo
lo hacemos y qué es lo que queremos o necesitamos en realidad (y cómo podemos
conseguirlo).
La propuesta
de que todo lo que percibimos es el resultado de procesos organizadores, de
carácter no innato, y por tanto la realidad que nos rodea no es absolutamente
determinante, nos hace dueños de la libertad de percibir infinidad de
realidades alternativas alterando controladamente los principios organizadores
de nuestra consciencia.
Al igual que
en otras terapias humanistas, la Terapia Gestalt es un enfoque holístico de la
experiencia humana, asume la tendencia innata a la salud, la integridad y la
plena realización de las potencialidades latentes, promueve la propia responsabilidad
de los procesos en curso y conciencia sobre las propias necesidades y su
satisfacción.
Esta terapia
moviliza el pasado vivido por cada uno y establece un contacto con el presente
y un intercambio favorable con el entorno. Cambia el "por qué" por el
"cómo" otorgando perspectiva y orientación.
Utiliza
técnicas vivenciales, el experimento y el laboratorio. Antepone la
espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso;
el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la
dicotomía de los aparentes opuestos.
La Terapia
Gestalt también puede considerar una filosofía de vida en la cual, la persona
asume los valores de auto-respeto, auto- responsabilidad sobre todo lo que
siente, piensa y hace; honestidad y desarrollo con los pies bien firmes en la
tierra, relacionándose con los demás y con su entorno de forma abierta y madura.
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