domingo, 3 de junio de 2012



15. PSICOTERAPIA ZEN


La Psicoterapia Zen o psicoterapia basada en el budismo es una psicoterapia cognitivo existencial, emparentándose por ello con la terapia cognitiva, la logoterapia de Viktor Frankl y el análisis transaccional de Eric Berne entre otros.
Por esa doble naturaleza reúne elementos del cognitivismo clásico y del Budismo Zen como fuera enseñado desde Buda a la fecha.
La terapia cognitiva es una escuela psicológica que estudia los procesos y mecanismos cognitivos, es decir los procesos mentales implicados en el conocimiento; que incluyen la percepción, la memoria, el aprendizaje, la conceptualización y el razonamiento lógico formal. Por cognitivo entendemos el acto de conocer, incluyendo entre sus acciones las de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.
El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer interés es estudiar cómo las personas entienden y utilizan la información sensorial que llega al campo de su conciencia. El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la cognición lleva a la conducta. Desde un enfoque motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción". Para los teóricos cognitivistas, la acción está principalmente en función de los pensamientos de la persona y no de algún instinto, necesidad, pulsión o estado de activación.


La terapia cognitiva se desarrolló como un área separada de la psicología desde los primeros años de las décadas de 1950 y 1960. El término comenzó a usarse con la publicación del libro Cognitive Psychology por el psicólogo estadounidense Ulric Neisser (1928-) en 1967.



Zen (禅) es el nombre en japonés de una tradición del budismo Mahāyānacuya práctica se inicia en China bajo el nombre de Chán (禪). Es una de las escuelas del budismo más conocidas y apreciadas en Occidente. Bajo el nombre de Zen suele aludirse en realidad a un abanico muy amplio de escuelas y prácticas de este tipo de budismo en toda Asia (5). Las principales escuelas del budismo Zen propiamente japonés son Rinzai, Sōtō y Ōbaku-shū. Se distinguen por su inclinación por el uso de diferentes técnicas como kōan, mondō o zazen. En este contexto, el Zen afirmará la existencia de un acceso directo y espontáneo al conocimiento del “mundo tal cuál”. El Zen es por antonomasia la tradición budista de la intuición y la espontaneidad. Aunque la práctica Zen incluye la lectura de los sūtras y otros textos y la meditación; la tradición budista los sitúa en un segundo plano, ya que no los considera capaces de provocar por sí solos el despertar. En cambio, se anima al discípulo a mantener su atención en el momento presente, confiando en la sabiduría innata de todo ser humano para realizar todo su potencial.
HISTORIA DE LA PSICOTERAPIA ZEN
Muchos son los antecedentes de la Psicoterapia zen presente, según ha sido fundada, explicada y desarrollada por el psiquiatra argentino Dr Jorge Luis Rovner (1963-). Uno de estos antecedentes los provee la indióloga Caroline A. F. Rhys Davids, quién fue la primera en conceptualizar los escritos del Budismo canónico en términos de una Psicología.






Caroline RhysEn 1900 (6), esta experta publicó una traducción del primer libro del Theravada Abhidhamma, el Dhamma Sangani, bajo el título "Manual Budista de Ética Psicológica" En la introducción de este trabajo fundacional, Rhys Davids escribió: " La filosofía budista es ética de principio a fin. Esto es indiscutible. Pero entre sistemas éticos hay un mundo de diferencias en el grado de importancia dado al aspecto psicológico de esta ética... Los budistas eran, de cierta forma, más avanzados en ética que Aristóteles, en un modo que ahora describiríamos como científico. Rechazando la asunción (aceptación) de una psique (o alma) y de sus más altas manifestaciones... estaban satisfechos de resolver la conciencia del hombre ético, como un complejo continúo de fenómenos subjetivos... Los grupos distinguibles de dharma, de estados mentales, aparecen en cada caso de conciencia, en obediencia a ciertas leyes causales, físicas y morales, que es, al fin, el resultado de estados de conciencia precedentes...”


“…Entonces el Budismo, desde una etapa temprana de su desarrollo, analiza y clasifica procesos mentales con una remarcable profundidad y sagacidad....." ( Rhys Davids, 1900 pp. xvi-xvii)
La orientación psicológica del Budismo, es un tema que Rhys Davids persiguió por décadas como se evidencia en sus siguientes obras de 1914 y 1936.


Una cantidad de psicólogos ha identificado que la colaboración primera entre budismo y psicología fue cuando el psicoanalista Carl Jung escribió el prólogo al libro del maestro zen Daisetz Teitaro Suzuki: “ Introducción al Budismo Zen”, publicado por primera vez en 1948.[7] En su prefacio, Jung resalta la iluminadora experiencia del satori como la insuperable transformación de completitud de los practicantes zen. Y aun reconociendo la incompetencia de los intentos occidentales de comprender y abarcar el satori a través del intelectualismo occidental, Jung expresa:

"El único movimiento dentro de nuestra cultura que parcialmente tiene y parcialmente deberá tener, alguna comprensión de estas aspiraciones (a tal iluminación) es la psicoterapia. No es entonces por casualidad, que este prefacio sea escrito por un psicoterapeuta.... Tomando básicamente Psicoterapia como una relación dialéctica entre doctor y paciente....el objetivo es la transformación....." (Suzuki & Jung, 1948, p. 25).
No mucho después, el filósofo humanístico y psicoanalista Erich Fromm señaló: "...hay un inconfundible y creciente interés en Budismo Zen entre los psicoanalistas" (Fromm et al., 1960, pp. 77-78).(8)
Suzuki, Fromm y otros psicoanalistas colaboraron en un taller desarrollado en 1957 sobre Budismo Zen y Psicoanálisis, en Cuernavaca, México. En su contribución, Fromm declarará:
“El psicoanálisis es una expresión característica de la crisis espiritual del hombre occidental, y su intento de búsqueda de una solución" (Fromm et al., 1960, p. 80). Fromm disputa que, al advenimiento del siglo XX, muchos pacientes tratados por las psicoterapias tradicionales buscaron tratamiento debido a síntomas médicos que obstaculizaban su funcionamiento social. No obstante, para mediados de siglo, la mayoría de pacientes del psicoanálisis habían superado sus síntomas y funcionaban bien pero, ahora, sufrían de un "vacío interior". "El sufrimiento común es la alienación del propio ser provocada por uno mismo, por el prójimo, y por la naturaleza; la conciencia de que la vida se escurre de nuestras manos como arena, y de que uno morirá sin haber vivido, que uno vive en medio de la abundancia y aun así sin poder disfrutar".





Parafraseando ampliamente a Suzuki , Fromm continua: "Zen es el arte de ver en el interior del propio ser; un camino de las ataduras a la libertad; libera nuestras energías naturales; ... y nos impulsa a expresar nuestra habilidad para la felicidad y el amor.

"...Lo que puede ser dicho ciertamente es que el conocimiento del Zen, y una preocupación, puede tener la más fértil y esclarecedora influencia sobre la teoría y técnica del psicoanálisis. Zen, tan diferente en sus métodos a los del psicoanálisis, puede aguzar el foco, arrojar nueva luz en la naturaleza del insight, y penetrar en el sentido de lo que hay que ver; que es ser creativo, que es sobreponerse a las contaminaciones afectivas y falsas intelectualizaciones…”
En el mismo sentido, años después el maestro y meditador Chögyam Trungpa Rinpoche (1939 – 1987) afirmó en 1974:"El Budismo vendrá a Occidente como una psicología".
En la introducción a su libro de 1975, Destellos de Abhidharma, Rinpoche escribió:
"Muchos psicólogos modernos han encontrado que los descubrimientos y explicaciones del abhidharma coinciden con los propios recientes descubrimientos y nuevas ideas; como si el abhidharma, que fue ensenado 2500 años antes, hubiera sido vuelto a revelar en el idioma moderno" (Trungpa, 1975, p.2)





Alan Watts en El libro de Trungpa Rinpoche continua describiendo la secuencia fenomenológica que solo dura un nanosegundo, por la cual una sensación se convierte en consiente usando el concepto Budista de los "cinco agregados". Christmas Humphreys se ha referido a las colaboraciones entre psicoanalistas y budistas de mediados del siglo veinte, como un encuentro entre "dos de las más poderosas fuerzas operantes en la mentalidad occidental de hoy". Desde entonces, una variedad de reconocidos maestros, clínicos y escritores tales como Alan Watts (10), Tara Brach, Jack Kornfield, Joseph Goldstein, y Sharon Salzberg han intentado aunar o integrar la psicología y el budismo de alguna manera que ofrezca significado, inspiración, liberación y sanación.


Desde otra perspectiva psicoterapéutica, el Dr. Albert Ellis, considerado el "patriarca de la Terapia Cognitivo-Comportamental" (TCC), ha escrito:
"Muchos de los principios incorporados en la teoría de la psicoterapia emotiva-racional no son nuevos: algunos, de hecho, fueron originalmente establecidos varios miles de años atrás, especialmente por los filósofos y griegos y romanos estoicos (tales como Epicteto y Marco Aurelio) y por algunos de los antiguos pensadores taoistas y budistas." (Ellis, 1991, p. 35.)(11)
Para dar algún ejemplo, el Budismo identifica a la ira y a la mala voluntad como obstáculos básicos para el desarrollo espiritual. Un antídoto Budista común para la ira es el uso de la técnica de contemplación activa de los pensamientos que fluyen. Esto es similar al uso de la técnica TCC como “entrenamiento emocional” la que Ellis (1997, pp. 86–87) describe de la siguiente manera:
"Piense en una experiencia intensamente placentera que haya tenido con la persona con la que ahora está enojado. Cuando usted haya fantaseado acerca de esta experiencia tan placentera y de hecho haya experimentado sentimientos positivos y cálidos hacia esa persona como resultado de este recuerdo, continúe el proceso. Traiga a su memoria experiencias placenteras y buenos sentimientos y trate de que estos dominen a sus sentimientos hostiles."

¿POR QUÉ PSICOTERAPIA ZEN?


La Psicoterapiazen puede ser útil para todas las personas con independencia de su edad, genero, inclinación religiosa u otras variantes individuales.
La psicoterapia basada en el Budismo:
01.Intenta la transformación de las creencias erróneas y sin basamento lógico - que constituyen fuentes importantes de nuestro sufrimiento- en un modo de vincularse con la vida racional, práctico y agradable.
02.Permite que la necesidad humana de trascendencia encuentre un espacio de respeto y apreciación.
03.Enseña y educa en la práctica de la compasión y la paciencia del paciente para con sí mismo y para con los demás.
04.Desarrolla en el paciente un modo respetuoso de ver y aceptar su diversidad y la de los demás.
05.Explora y diseña nuevos paradigmas de progreso, éxito, responsabilidad y objetivos a ser alcanzados en la vida.
06.Ayuda a lograr el desapego por todo tipo de codicia, generando un inmediato cese del sufrimiento en todas sus variantes.
07.Comprende y promueve todo tipo de actividad recta que permita una vida con plena libertad.
08.Integra en su práctica cotidiana todos los avances técnico-científicos de la Medicina, Psicología y la Psicopedagogía.
OBJETIVOS, MÉTODOS Y APLICACIÓN                                                        

Según su autor, Dr Jorge Rovner, la psicoterapia zen puede ser útil para todas las personas con independencia de su edad, genero, inclinación religiosa u otras variantes individuales. En la psicoterapia zen se abordan los problemas humanos, de un modo compasivo, activo y acrítico.
La psicoterapia zen está instrumentada en cuatro ejes, que intentarán explicarse en el siguiente esquema de trabajo que se desglosa.
A) El marco de atención:
Las entrevistas son más largas que en las psicoterapias habituales. El trato es cordial, cálido y amable. Se jerarquiza el humor, la informalidad y se permite y estimula un apropiado y respetuoso contacto físico (beso o abrazo antes y después de la entrevista por ej.)
Los pacientes pueden descalzarse, tomar un jugo o agua, comer algo. Se busca que estén relajados. El ambiente es cálido, con poca estimulación visual.

B) En la psicoterapia zen propiamente dicha se:
1. Enfatiza la importancia del aquí y ahora del paciente, mostrando el error que proviene de sobreestimar la importancia del pasado o la anticipación del futuro.
2. Ayuda a lograr el desapego por todo tipo de codicia, generando un inmediato cese del sufrimiento en todas sus variantes.
3. Intenta la transformación de las creencias erróneas y sin basamento lógico - que constituyen fuentes importantes de nuestro sufrimiento- en un modo de vincularse con la vida racional, práctico y agradable.
4. Permite que la necesidad humana de trascendencia encuentre un espacio de respeto y apreciación.
5. Enseña y educa en la práctica de la compasión y la paciencia del paciente para con sí mismo y para con los demás.
6. Desarrolla en el paciente un modo respetuoso de ver y aceptar su diversidad y la de los demás.
7. Explora y diseña nuevos paradigmas de progreso, éxito, responsabilidad y objetivos a ser alcanzados en la vida.
8. Comprende y promueve todo tipo de actividad recta que permita una vida con plena libertad.
9. Modifica y enfatiza el error en conceptos que promueven el sufrimiento, tales como culpa, pecado, auto boicot, castigo, etc.
10. Integra en su práctica cotidiana todos los avances técnico-científicos con una mirada humanística y de trascendencia personal.
C) Meditación en la Psicoterapia Zen:
Uno de los procedimientos que se usan en la práctica es la meditación en el ámbito de la propia entrevista y en el consultorio. Para ello recurrimos a técnicas propias del Budismo. Todos los ejercicios de meditación que se enseñan en la psicoterapia zen se pueden realizar antes, durante o después de la entrevista terapéutica.
Las más sencilla es intentar acallar la mente de un modo natural y en corto tiempo. Para ello nos concentramos en la respiración, la posición del cuerpo, el silencio ambiente y en donde posar la mirada.
En ese marco se indica al paciente respirar tranquilamente por la nariz, tratando de que la espiración sea lo más prolongada posible y que la inspiración ocurra de un modo natural y paulatino. Se espera que el paciente respire un máximo de 6 -8 veces por minuto; estando completamente relajado y solo enfocado en su respiración.
Los ojos del paciente deben estar entornados pero no completamente cerrados, intentando no cambiar continuamente el destino de su mirada; que debe estar dirigida a un punto un poco por debajo de su nariz, sin un ejercicio intenso de fijación de la mirada. La posición del paciente debe ser relajada, sintiendo sus extremidades, tronco y cuello flojos y sin tensión.
Estos ejercicios de meditación duran un máximo de 3 a 5 minutos.
Otros dos métodos de meditación se adscriben a las técnicas recomendadas por los maestros budistas. Su práctica comprende dos grandes ramas, denominadas respectivamente samatha (o shamata) y vipassanā.
Samatha quiere decir «serenidad», «calma», «sosiego». La meditación samatha, o meditación de serenidad, persigue la realización de estados de conciencia que se caracterizan por un grado cada vez más elevado de serenidad y sosiego de la mente. En términos de la psicología occidental que se dedica actualmente al estudio de estos aspectos de la experiencia humana, diríamos que lo que la meditación samatha hace es producir «estados incrementados de la conciencia», de mayor o menor duración e intensidad, pero sin cambiar el carácter fundamental (es decir, las cualidades y características distintivas) de la misma.
Las meditaciones de este tipo requieren unos quince a veinte minutos.
Un cambio más radical es el de la meditación vipassanā.
Vipassanā significa, literalmente, «ver del todo», «ver las cosas tal como son». Se ha traducido en distintas ocasiones por «visión penetrante», «visión interior profunda» o «visión cabal».
También en la meditación vipassanā, o meditación de visión cabal, se empieza por ejercicios de concentración, utilizando los temas u objetos de meditación correspondientes, como en la samatha. La diferencia estriba en que, en este caso, una vez conseguido el grado de concentración suficiente para asegurar la integridad de la atención (la llamada «concentración de acceso o ingreso»), y manteniendo la mente en el máximo de receptividad, el meditador pasa a examinar con concentrada atención y progresiva minuciosidad precisamente todos aquellos fenómenos sensoriales y procesos de lo que le pasa por su mente en ese momento. Rovner afirma que, mediante vipassanā, en la psicoterapia zen, “vemos a nuestra mente funcionar y fluir”, sin criticar ni juzgar. Esta vivencia es la visión cabal, o vipassanā.
Las meditaciones de este tipo también requieren unos quince a veinte minutos.

D) Aceptación y fomento de los avances de las neurociencias y la psicofarmacología:
La psicoterapia zen no sólo no se opone sino que admite y recibe de muy buen grado todos los avances de las neurociencias y la psicofarmacología en términos de métodos de diagnóstico, prevención y tratamiento de los problemas de salud mental, espirituales y de adaptación cotidiana de la persona en un mundo muy exigente y difícil de transitar en paz.

sábado, 2 de junio de 2012

14. TERAPIA SEMANTICA

El término semántica se refiere a los aspectos del significado o interpretación del significado de un determinado símbolo, palabra, lenguaje o representación formal. En principio cualquier medio de expresión (lenguaje formal o natural) admite una correspondencia entre expresiones de símbolos o palabras y situaciones o conjuntos de cosas que se encuentran en el mundo físico o abstracto que puede ser descrito por dicho medio de expresión.

LA SEMÁNTICA COMO TERAPIA

Korzybski soñaba con crear una nueva síntesis de todas las ciencias, inspirada en su lógica no-aristotélica, y se empeñó en relacionar las estructuras del pensamiento con la neurofisiología. Martín Gardner destaca este esfuerzo sólo para afirmar que fue precisamente ahí cuando comenzó a equivocarse. En los ‘20, el Conde estudió psiquiatría con el director de un hospital de Washington y pronto se sintió habilitado para lanzar su programa de entrenamiento, destinado a erradicar los hábitos “insanos” de evaluación.

Una de las “revolucionarias” técnicas del Conde es “la pausa semántica”, que consiste nada menos que en contar hasta diez antes de decir o hacer una barbaridad. Se propuso erradicar el racismo, convenciendo al racista de que lo que haga o diga este o aquel individuo no vale para los restantes miembros de su grupo, etnia o religión. Algo que sería maravilloso, si funcionara.

Otro principio terapéutico del Conde consiste en reconocer en que si llamamos “tartamudo”, “tonto” o “rebelde” a un chico lograremos que tartamudee, sea torpe o nos haga frente con más facilidad. Si lo calificamos de “globalífobo” o “piquetero” ya sabemos qué hará. Pero si tiene problemas con su mamá, no habrá más que indexar a la progenitora, y mostrarle que su Madre 1970 no es lo mismo que la Madre 2004.

Una de las primeras aplicaciones de la terapia semántica fue el tratamiento de las neurosis de guerra entre los refugiados de la Segunda Guerra Mundial. Pero también existieron las aplicaciones a la política. Como afirma Steven Lewis en la página oficial de General Semantics, Arafat 1970 no es la misma persona que Arafat 2000, de manera que puede ser alternativamente aliado o enemigo. eoría cognitivo – semántica.

Agrupan a una variedad de enfoques cuyo punto en común es que su foco terapéutico es modificar los patrones de pensamiento erróneos de la persona.

Para el cognitivo – semantico el trastorno mental es un desorden del pensamiento. Este desorden modifica la percepción que tenemos de la realidad de una forma subjetiva. Esta destorsion nos va a llevar a tener emociones disfuncionales y conductas inadaptadas.